Otra
vez nos encontramos con un cambio de horarios en los autobuses urbanos que,
realmente, es un recorte en la prestación de este servicio ya de por sí
insuficiente.
Estas
decisiones de la empresa adjudicataria, y subsidiariamente del Ayuntamiento,
recaen directamente en un peor servicio a la ciudadanía, que pasa a partir de
hoy a tener que esperar 45 minutos en la línea que mayor número de usuarios
soporta (la 6/7), además de otras dos líneas afectadas.
Este
criterio, que ya ha sido criticado desde Izquierda Unida en repetidas
ocasiones, resulta más censurable si cabe al realizarse durante la época de
verano que es cuando más personas hay en Cuenca, cuando más turismo nos visita
y por tanto cuando más se utiliza el autobús, además de que es cuando más calor
hace para estar esperando en las paradas.
Es
impresentable que la empresa reduzca sus gastos (o aumente sus beneficios) a
costa de no hacer contratos para suplir las vacaciones de los trabajadores,
sometiendo a éstos a una presión por parte de la misma que resulta inadmisible
desde cualquier óptica.
De
la misma forma, hoy mismo (y los que utilizamos el servicio urbano lo
confirmamos) han comenzado las protestas de los usuarios, que están en contra
de que un servicio tan necesario como el transporte urbano sea tan deficiente
en la forma en que este Ayuntamiento lo está prestando.
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