Hace dos años que muchos pueblos
de Cuenca no tiene colegio, es decir se están despoblando y empobreciendo, como
consecuencia de las políticas de recortes de Mª Dolores de Cospedal. Además de
las dificultades propias de vivir en pequeñas poblaciones, si se cierra la
escuela se está impidiendo el
mantenimiento y sostenibilidad de muchas zonas rurales, que salen adelante con
pocos recursos pero que suponen el bienestar de muchas familias.
Ha dicho el Tribunal que Cospedal
es contraria a derecho, es decir que haber cerrado el colegio de Puente de
Vadillos es una injusticia. Dos años en los que los niños, de primaria, han
tenido que viajar a otras poblaciones a lo largo de los nueve meses que dura el
curso escolar. Ha habido familias que
han abandonado el pueblo por esta razón y otras que no han ido a poblarlo por
esta carencia.
Cospedal, con su política
educativa, es contraria a derecho, va contra la justicia, practica la política
contra la ciudadanía. ¿Cómo se recuperan estos dos cursos para la población
rural? Los derechos constitucionales son para todas y todos los españoles vivan
donde vivan. La educación es un derecho básico que ha de estar garantizado en
condiciones decentes para todas y cada una de las personas de este país, sean
de la sierra de Cuenca o del centro de Madrid. Los perjuicios ocasionados por
Cospedal en las zonas rurales con el cierre de las escuelas no se pueden
reparar pero sí se puede evitar que los vuelva a repetir, porque ha dado una
lección de mala gestión, de injusta política y de voluntad alejada del bien
común. Hay que tenerlo presente en las próximas elecciones del 24 de mayo.
Los tribunales de justicia han
sentenciado, en numerosas ocasiones, en contra de las políticas recortadoras de
Cospedal. En esta ocasión en contra de la educación, en contra de la escuela
rural, en contra de la vida de los pueblos.
Si un partido político como el
PP, salido de las urnas, recibe tantos varapalos judiciales, como los que está
recibiendo Cospedal, la propia justicia debería vigilar de cerca y actuar con
celeridad para paliar los efectos que produce. No tiene sentido que en
democracia las políticas se ejerzan contra el pueblo, que los tribunales
sentencien contra las decisiones políticas de la misma persona en reiteradas
ocasiones y no pase nada.
La escuela rural de Cuenca es
fundamental para la vida de los pueblos. Gestionar políticas de cierre de estas
escuelas es gestionar contra la vida de muchas personas, pequeñas y grandes, es
destruir poblaciones, condenar territorios y deteriorar el medio.
Izquierda Unida de Cuenca valora
mucho el trabajo y la implicación de las familias, sobre todo de las
madres, de estas zonas rurales porque si
no hubiera sido por ellas nunca habrían intervenido los tribunales y la injusticia
duraría más tiempo. Ahora se tiene que enmendar el entuerto y devolver la
escuela a Puente de Vadillos.
Basta ya de decisiones contrarias
a derecho porque son contrarias a personas. Basta ya de gobierno Cospedal.
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