Los servicios públicos cubren necesidades básicas de la
ciudadanía por lo tanto han de ser accesibles y estar en buen estado. Los
sufragamos todas las personas con nuestros impuestos directos e indirectos y la
política debe gestionarlos para que cumplan su finalidad lo más perfectamente
posible.
Como las personas, por el hecho de serlo, somos vulnerables a
las enfermedades y necesitamos aprender para sobrevivir, la sanidad y la
educación son obligatorias y lo seguirán siendo en las sociedades actuales.
De las dos premisas anteriores se concluye que el PP, con su
política de privatización y de recortes de recursos materiales y humanos, está
condenando a la gente a padecer enfermedades y a ser ignorante, a sufrir y a la
incultura, todo esto pagando impuestos de todas y todos. Un ejemplo de
ineficacia y de privatización son los últimos casos del Hospital Virgen de la
Luz sobre el traslado de datos de enfermos a la sanidad privada y de saber que
las carreras universitarias podrían durar tres años más dos de máster.
Son dos pésimas noticias que ejemplifican la mal llamada
austeridad que practica en la región y en el estado el PP. Son trampas contra
la gente. Recortando en sanidad solo se consigue vivir peor y recortando en
educación que la igualdad de oportunidades no exista. Todo lo que es rentable
en este país lo acaban privatizando, empezó el PSOE y continúa el PP. Sin
embargo los servicios básicos conllevan no sólo economía sino dignidad,
privatizan por tanto la dignidad, impiden la dignidad a toda la ciudadanía,
porque cualquiera puede enfermar y cualquiera necesita una educación. Están
traspasando todos los límites, cualquier parecido entre la gestión del PP y la
política es pura ficción, sólo buscan favorecer a sus empresas caiga quien
caiga, personas enfermas, trabajadoras y trabajadores o jóvenes.
Ana Cruz Muñoz
Coordinadora Local de Izquierda Unida de Cuenca
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