Esta mañana hemos conocido la noticia de la
abdicación de Juan Carlos I, en favor de su hijo. Para IU es inconcebible en
siglo XXI seguir hablando del derecho de sangre.
Esta Monarquía encabezada por quien hoy abdica
nunca ha representado una ruptura con el sistema anterior, sino más bien ha
seguido manteniendo los privilegios de quienes antes ya los tenían y
protegiendo a la oligarquía financiera, y se ha mantenido así por el respaldo y
connivencia de PP y PSOE. Ha sido el pilar fundamental sobre el que se ha
sustentado el bipartidismo que durante 37 años han gobernado este país.
El resultado de las
elecciones europeas ha puesto de manifiesto la debilidad del régimen surgido en
la transición y la potencialidad de las fuerzas que venimos reclamando un
proceso constituyente para nuestro país que dé respuesta a los problemas de la
gente y de los pueblos.
Esta medida es la
consecuencia directa de hechos como el deterioro profundo de la Corona, acorralada
por la corrupción entre sus miembros, su opacidad y falta de transparencia,
desarrollada y permitida con la complicidad de los dos grandes partidos
monárquicos. Y ha sido el Rey el principal aval que ha sostenido el sistema
bipartidista.
Pero tampoco es
entendible lo sucedido sin tener en cuenta los resultados de las Elecciones del
día 25: por primera vez desde el comienzo de la Transición se desploma el
bipartidismo sustentado por los dos grandes partidos y obtienen menos del 50%
de los votos emitidos, y no llegando sus votos al 20% del censo electoral.
La conjunción de
situaciones ha llevado a esta medida. Pero para Izquierda Unida no se soluciona
con el cambio de titular, padre por hijo, para nosotros no hay que cambiar la
cara, sino que hay que cambiar el modelo de Jefatura del Estado.
La soberanía reside en el pueblo y no en el
Rey, y por tanto debe ser el pueblo el que debe decidir si quiere
Monarquía o República o, lo que viene a ser lo mismo, Monarquía o Democracia.
Es hora de caminar hacia un proceso constituyente para construir un nuevo
proyecto de país.
Izquierda Unida por último manifiesta su
satisfacción ante la inmediata reacción ciudadana de alegría, orgullo y júbilo
en las calles, solicitando y dando su apoyo a la República, que no es ni más ni
menos que la democracia con mayúsculas, la democracia en la Jefatura del
Estado.
¡VIVA LA TERCERA
REPUBLICA!
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