viernes, 4 de septiembre de 2009

MOCIÓN DE IZQUIERDA UNIDA AL PLENO DE SEPTIEMBRE

PROPUESTA DEL “1% FORESTAL” Y OTRAS MEDIDAS PARA HACER FRENTE A LA FALTA DE PREVENCIÓN QUE DESEMBOCA EN “VERANOS NEGROS”



EXPOSICIÓN DE MOTIVOS

Desde Izquierda Unida creemos que los incendios forestales constituyen una de las mayores lacras de los países mediterráneos, con graves consecuencias ambientales, económicas y sociales, como la que este verano nos ha tocado sufrir en nuestra provincia. Representa además la culminación de un proceso de abandono y degradación del medio rural, una nefasta ordenación del territorio y, sobre todo un doble proceso: una pérdida de los valores económicos del bosque que justificaban antaño su mantenimiento, y una inadecuada percepción de los efectos positivos del bosque sobre nuestra calidad de vida.

Efectivamente, el bosque y las masas forestales juegan un papel esencial a la hora de fijar carbono y por tanto reducir el efecto invernadero, pero también juegan un papel esencial a la hora de controlar la erosión, de prevenir inundaciones y de favorecer la recarga de acuíferos contribuyendo así a una mejor gestión del ciclo del agua. Todo ello sin contar otros efectos positivos, que pueden calcularse monetariamente, pero que no repercuten en el bosque, como es la construcción de una imagen atractiva que es objeto de explotación turística sostenible.

En líneas generales, sin embargo, vemos cómo la política forestal de todas las comunidades autónomas y del Estado se basa en financiar las actuaciones de prevención y de extinción de incendios, con especial hincapié en éstas últimas, y siempre con unos resultados muy limitados. Las consecuencias de esa limitación las hemos podido percibir este verano en Cuenca con un final catastrófico y también trágico, no solo a nivel ambienta, si no personal, considerando los peligrosos accidentes laborales a los que se ponen en peligro este colectivo, como ha sucedido en los incendios de Majadas, donde se quemó una máquina buldózer y a efecto una persona estuvo hospitalizada y en Poyatos, donde a consecuencia del vuelco de dos buldózer hubo que hospitalizar a un trabajador.

Se puede comprender la limitación de los esfuerzos en materia forestal, por varios motivos: la tarea es tal, tan ingente, que la limpieza y mantenimiento de los bosques y masas forestales puede convertirse en un “pozo sin fondo” si debe ser financiado exclusivamente por la vía de la subvención. Porque lo que se está haciendo ahora es ignorar los efectos positivos del bosque para que le sean devueltos por la vía de la fiscalidad ecológica, y en esos términos, siendo realistas, la única vía que queda es la subvención y no hay Administración que pueda resistir el esfuerzo que supondría una verdadera política de mantenimiento y mejora de nuestras masas forestales, ni gestor político que esté dispuesto a invertir enormes sumas de dinero cuyo efecto es además a largo plazo y muy lejos de cualquier horizonte electoral.
Desde Izquierda Unida reclamamos un cambio de mentalidad en las administraciones competentes para abordar este grave problema. Lo que proponemos es, sencillamente, que un porcentaje de lo que se dedica a la construcción de infraestructuras de transporte (carreteras, ferrocarril, puertos y aeropuertos) se destine a financiar trabajos de limpieza, mantenimiento, mejora y ampliación de nuestra masa forestal. Es un mecanismo análogo al que ya funciona para la conservación y mejora de nuestro patrimonio arquitectónico (el llamado “1% cultural”), y por eso hemos establecido ese porcentaje. De esta forma, pretendemos que las infraestructuras para el transporte internalicen estos costes ambientales (evitando así las “externalidades negativas”) y que contribuyan al mantenimiento, recuperación y mejora de bosques y masas forestales por los indudables efectos beneficiosos que tienen sobre el medio ambiente y la actividad socioeconómico de la zona.

A título de ejemplo, el PEIT contempla una inversión de casi 250.000 millones de euros en 20 años; con un porcentaje del 1% estaríamos hablando de 2.500 millones de euros, es decir, una media de 125 millones de euros anuales (casi 21.000 millones de las antiguas pesetas, al año). Es decir, hablamos de cantidades que pueden tener ya un efecto significativo sobre la calidad de nuestros montes, y eso quiere decir sobre la calidad de vida, sobre el equilibrio territorial del Estado, y especialmente sobre nuestras zonas rurales.

Además, ese 1% podría ser destinado a fondos de ayuda (familiar, a la vivienda, etc) de un colectivo disperso en la provincia, para facilitar la conciliación de la vida “familiar y laboral”. Ya que al repartirse los puestos de trabajo en más de 30 municipios de la provincia, implica al colectivo en una movilidad geográfica estacional, con los numerosos problemas que supone para el trabajador, que tiene que disponer de su vehículo personal, y sufragar gastos de alquileres.

Otra consecuencia positiva sería que con estos fondos de ayuda, se motivaría el asentamiento en poblaciones con pocos habitantes, y con ello el desarrollo rural favoreciendo, la profesionalización del sector, que en muchos casos se ven obligados a buscar otros trabajos por estar lejos de sus domicilios habituales.



PROPONEMOS QUE:


1.- El Ayuntamiento de Cuenca inste al Gobierno, en el marco de sus competencias, a establecer que un importe equivalente al 1 % de la inversión pública anual en infraestructuras de transporte y comunicación sea destinado a la mejora, cuidado, mantenimiento e incremento de los bosques y masas forestales públicas del país, de manera territorializada. Tenemos que aprender de la experiencia de los incendios del mes de Julio, subsanando las numerosas y manifiestas deficiencias tanto de recursos humanos como materiales, apostando por una inversión proporcional a la masa forestal y no al número de habitantes.





2.- El Ayuntamiento de Cuenca y, participando con éste, la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, consideren al voluntariado local como una importante fuente de ayuda en el buen mantenimiento de los montes y prevención de incendios de nuestra extensa masa forestal por su rico y valioso conocimiento del terreno, su cercanía e inmediatez a las posibles zonas incendiadas. Para ello deberá promover actuaciones en los pueblos con este experimentado recurso humano, apoyando su colaboración y formación.

1 comentario:

Anónimo dijo...

aprobada por UNANIMIDAD