IU CASTILLA-LA MANCHA MUESTRA SU ROTUNDA OPOSICIÓN A LA GUERRA EN LIBIA Y A LA INTERVENCIÓN ESPAÑOLA

Animan a la participación en las movilizaciones convocadas contra la intervención armada en Libia y en solidaridad con la lucha de los pueblos del Mundo Árabe por el derecho a la libertad.

Izquierda Unida hace un llamamiento a la ciudadanía para que participen en las movilizaciones de protesta que se están convocando en diferentes ciudades de Castilla-La Mancha contra la guerra e invasión de Libia.

IU de Castilla-La Mancha dice ‘No’ a esta intervención; ‘No a la Guerra’ porque el argumentario de la intervención, si bien tiene, a diferencia de Irak, un mandato de Naciones Unidas, no son los derechos humanos, no es la democracia en Libia, porque ni los derechos humanos ni la democracia se exportan. Ni los derechos humanos ni la democracia se imponen mediante la guerra. Muy al contrario, son los intereses: los intereses geoestratégicos, los intereses económicos y políticos en Libia.

Para Daniel Martínez, candidato a la Presidencia de la Junta por IU, “ni los derechos humanos ni la democracia se imponen mediante la guerra” y recuerda que en el mundo existen 32 conflictos similares al de Libia, “donde un gobierno despótico emplea la violencia contra su propia población”. “Si la comunidad internacional interviene militarmente en dicho país, en lugar de presionar con medios civiles al coronel Gadafi, es por intereses geoestratégicos y económicos”, advierte.

Cabe recordar que Libia juega un papel muy importante en el norte de África y en el Mediterráneo y algunos quieren gobernar (o controlar) los cambios en el Mediterráneo a su acomodo. Es evidente que sobre la mesa también está el futuro de la energía en el Mediterráneo.

IU sostiene que la guerra sólo provoca más sufrimiento y desplazados, encona la situación y dificulta la solución de los conflictos. Hay alternativas y un claro ejemplo fue Sudáfrica donde en vez de utilizar las bombas se recurrió por la comunidad internacional a medios civiles como bloquear las cuentas de los tiranos, prohibir la venta de armas, embargar las armas para que no tengan medio de reprimir a sus pueblos y tomar medidas para aislar políticamente a esos regímenes. Esas medidas tuvieron éxito en el caso de Sudáfrica, han tenido también éxito en otros países y no tienen por qué dificultar las cosas en el caso de Libia.

Por último, Martínez ha recalcado la hipocresía y falta de credibilidad que trasladan a la sociedad aquellos dirigentes políticos que han pasado del ¡OTAN no! y del ¡No a la guerra! al sí a esta guerra y a encabezarla.