lunes, 17 de noviembre de 2014

LAS DECLARACIONES DEL ALCALDE DE CUENCA SOBRE LA SITUACION DEL MESON CASAS COLGADAS PRODUCEN INDIGNACION A LA ASAMBLEA LOCAL DE I.U. DE CUENCA


La Asamblea Local de Izquierda Unida de Cuenca, ante las declaraciones efectuadas en los medios de comunicación por el Alcalde de Cuenca en relación a los trabajadores despedidos del Mesón Casas Colgadas quiere hacer la siguiente manifestación:

Hace más de un año que se cerró el Mesón de las Casas Colgadas de Cuenca.
Hace más de un año siete trabajadores se vieron en la calle privados de su trabajo y  de su salario.
Hace más de un año estos trabajadores emprendieron una lucha y se movilizaron ante la injusticia que se estaba cometiendo.
Hace más de un año emprendieron acciones judiciales que todavía no han concluido, pero ellos continúan sin su trabajo, continúan sin haber percibido los salarios que les adeudaban y continúan sin haber recibido la indemnización que les correspondía.

Y ahora después de un año el Sr. Alcalde, con una frivolidad impropia del puesto que ocupa, sale a los medios de comunicación para falsear los datos y  para convencer a los ciudadanos, hartos ya de tanta hipocresía, que la subrogación de los trabajadores no se podía incluir en el pliego de condiciones por el que se sacaba a  concurso el Mesón Casas Colgadas y, para dar más consistencia a este falaz argumento,  lo sustenta en las recomendaciones que dice le han dado los servicios jurídicos del Ayuntamiento. Eso sí, no explica en qué consistían esos impedimentos legales.

Cuando afirma esto ¿A quién quiere engañar el Sr. Ávila?,  los ciudadanos saben, o deben saber,  que no existe ni una sola norma  jurídica que prohíba la inclusión de la subrogación de los trabajadores en un pliego de condiciones que necesariamente tiene que elaborar el Ayuntamiento, que es una institución pública aunque parece que el Sr. Alcalde lo olvida.

Pero es más el artículo 44 del Estatuto de los Trabajadores establece esta figura jurídica para asegurar la permanencia de los trabajadores en la sucesión de empresas. Igualmente lo hace el convenio nacional de Hostelería.

La decisión adoptada por el Sr. Alcalde fue una decisión política, donde apostó de forma voluntaria y consciente  porque el Mesón Casas Colgadas quedara en manos de un empresario en concreto y para tal fin se conformó un pliego de condiciones, hecho a imagen y semejanza de los intereses de este empresario y en detrimento de los trabajadores muchos de ellos con una antigüedad de más de 25 años trabajando en este emblemático lugar.

Al cabo de un año nos informa el Alcalde, con una desvergüenza absoluta,  de que ese proyecto se ha venido abajo, que parece ser que el empresario renuncia al contrato que ya había firmado. Llega a asegurar que lo sabe porque le ha llegado la noticia de de manera informal: pero debe ser cierta, porque a renglón seguido afirma que se están poniendo inmediatamente al habla con la Fundación March para ampliar el Museo de Arte Abstracto.

El Sr. Ávila disculpa al empresario y ha declarado que  no entra dentro de sus decisiones la de solicitar una indemnización por incumplimiento de contrato y asegura que pagando la renta que adeuda el adjudicatario es suficiente.
Recordar al Sr. Alcalde que no está negociando un asunto privado y que queda fuera de sus facultades el “perdonar” o condonar una deuda contraída por un tercero  con el Ayuntamiento y ello no supone  “castigar”, tener una “actitud revanchista” “ni sádica”, como asegura el Sr. Alcalde sino cumplir estrictamente la Ley.

La estipulación cuarta del pliego de condiciones, y por ende del contrato cuando se refiere al precio del Mesón Casas Colgadas, dice literalmente:
        
  “El valor del canon anual que el arrendatario deberá satisfacer al Ayuntamiento, equivale al 6% del valor del inmueble, lo que supone conforme al informe técnico de 21 de Mayo de 2013 emitido por la Arquitecto Jefe de Sección de Proyectos y Obras, 38.277 euros al año.  Al resultar necesaria la ejecución de las obras descritas en el presente pliego, el pago se realizará de la siguiente manera:
        1.- Mediante una prestación de hacer consistente en la presentación de proyecto técnico y ejecución de las obras descritas en el anexo III del presente pliego, cuya valoración completa cifra la arquitecta municipal en informe de 13 de Mayo de 2013 en  293.496, 40 euros.
        2.- Pago mensual de 744 euros en metálico, más el I.V.A. correspondiente, que se abonará mediante liquidación emitida por el Servicio de Gestión de Tributos.” 

Y la estipulación 10.2 establece que las obras forman parte de las obligaciones del contrato.

Es decir Sr. Ávila: el empresario-adjudicatario del Mesón Casas Colgadas  no solamente debe abonar la renta mensual, que por otra parte ya debería  haberla abonado pues ha transcurrido un año sin el pago, sino que además deberá abonar el coste de las obras no realizadas.

En este sentido se pronuncia la cláusula 19ª cuando estipula que cuando existe una resolución del contrato sobrevenida antes de transcurridos cinco años el arrendatario que no hubiera ejecutado las obras deberá abonar el importe de las mismas.

Pero además el adjudicatario debió entregar al Ayuntamiento en el plazo  de 10 días desde la firma del mismo la cantidad o aval de 19.138,17 euros, estipulación 12ª relativo a las garantías.

        En consecuencia con todo lo dicho, Sr. Alcalde, cumpla con lo estipulado o estará vulnerando la ley de forma flagrante.

        La comprensión que tiene ante este incumplimiento del empresario, no la tuvo cuando los trabajadores fueron despedidos. Aquello fue una decisión política, la actual también.
                                                             
Desde Izquierda Unida exigimos que el Ayuntamiento ejerza cuantas acciones judiciales sean necesarias para pedir  la responsabilidad civil a este empresario por los daños y perjuicios causados y no se devuelva la garantía que debió depositar en el Ayuntamiento tras la firma del contrato; en definitiva que se defiendan los intereses de los ciudadanos de Cuenca y que en este nuevo proyecto, que se dice se está negociando, se tenga en cuenta a los trabajadores que fueron despedidos con propuestas concretas de nueva contratación. Porque  la decisión política que adoptó hace más de un año, en el mejor de los casos, se puede calificar como errónea, y ni los trabajadores ni los ciudadanos tienen que pagar por ella.

Si no se adoptan estas medidas la responsabilidad política debería obligar al Sr. Ávila  a dimitir porque es evidente que el incumplimiento que ha anunciado públicamente, llevará consigo la vulneración de la ley y no cabe duda que se verá  abocado a un procedimiento penal.

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