Izquierda Unida de Cuenca como ya ha manifestado en repetidas ocasiones, ha dado su total apoyo
y solidaridad a las Marchas de la Dignidad 22M, que ya han partido desde
diversos puntos del Estado con dirección a Madrid, para confluir allí todas el
próximo día 22 de marzo.
Estas marchas están recibiendo por parte de
diversos colectivos, partidos, sindicatos y Ayuntamientos apoyo y ayuda a lo
largo de su camino para facilitarles lugares donde dormir, comida, duchas…
Nuestra provincia la atravesaran dos columnas, y ya hemos conocido la negativa
del Ayuntamiento de Tarancón a facilitarles el próximo día 18 una instalación
municipal, la que fuere, donde pasar la
noche y poder asearse, y la misma negativa a facilitarles un plato de comida ó
café para reponer sus fuerzas.
Desde Izquierda Unida queremos manifestar nuestra
más enérgica repulsa a esta miserable actuación de la Sra. Bonilla, Alcaldesa
de Tarancón, y su equipo de Gobierno: ellos, por supuesto del PP, que tanto se
llenan la boca cuando hablan de solidaridad, de humanismo, de ayuda a quien lo
necesite y que además no pierden ocasión de airear sus católicos principios,
transforman su comportamiento, con un cinismo absoluto, mostrando la realidad
de su pensamiento y conducta, cerrando las puertas de las dependencias
municipales a los desempleados,
desahuciados,
pensionistas, juventud precaria o sin trabajo, estudiantes y trabajadores de
toda España, que marchan hacia Madrid. Posiblemente consideran a éstos ciudadanos de inferior categoría, para
vergüenza de todos los conquenses y también, suponemos, que para sonrojo de otros ayuntamientos
gobernados por ese mismo partido y que sí están facilitando ayuda a los
componentes de estas marchas.
Habría
que preguntarle a la otra Alcaldesa de Tarancón que le parece el comportamiento
de su colega para con las gentes más necesitadas de este país: igual se
avergonzaría ante el comportamiento de la Sra. Bonilla.
Desde
Izquierda Unida queremos solicitar el apoyo de los ciudadanos de Tarancón para
que colaboren en recibir a los componentes de las marchas, y facilitarles en la
medida de sus posibilidades la estancia en esa localidad durante las horas que
allí permanezcan.
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