El Área de la Mujer de Izquierda
Unida de Cuenca lamenta este nuevo crimen machista ocurrido hace unas horas y
se solidariza con la familia de la víctima. Pero también reivindica, como en
casos anteriores, la máxima atención
ante el feminicidio que supone la violencia de género en nuestro país.
Alrededor del día 8 de marzo, hace
apenas 11 días, se publicaron los resultados de un estudio europeo sobre este
tema que mostraban el nivel de barbarie de nuestra Europa civilizada y
civilizadora. España, se dijo entonces, no estaba tan mal si se comparaba con
otros países europeos. Tal vez, esos datos, sirvieron de argumento al gobierno
español para reafirmarse en su posición de recortar en materia de género. Tal
vez, esos datos, sirvieron para seguir aplaudiendo las medidas sexistas que
están incluyendo en cada una de las leyes que aprueban ya sea la reforma
laboral, la educativa, la del aborto, la de las pensiones o la sanitaria.
Tienen que morir cuatro mujeres
asesinadas por sus parejas o exparejas para que los telediarios le dediquen un
minuto y para que el gobierno reúna una mesa. Y ya.
Vivimos en una sociedad machista,
con un gobierno machista, con una tradición machista y con una proyección
cultural machista. En ocasiones conscientemente machista; la iglesia católica
es un buen ejemplo aunque no el único.
Lo más grave es que tenemos un
marco legal, que es la Constitución Española, en donde se habla de igualdad en
todos los terrenos y sin embargo, las leyes vigentes permiten salarios más
bajos a las mujeres, condiciones laborales más precarias a las mujeres,
derechos más restrictivos a las mujeres o condiciones para decidir sobre su
cuerpo impuestas por terceros. La dignidad en la mujer no existe, se viola
constantemente desde la infancia creando estereotipos sexistas y condenándolas
a ser meros objetos serviles del hombre, como lo atestigua la publicidad, la
religión, la educación o el éxito social.
Desde el Área de la Mujer de IU
exigimos una vez más conciencia y medios, de toda la sociedad, desde la
familia, la escuela, la universidad, el centro de salud o el palacio de
justicia, desde la policía, la empresa, la religión, el lenguaje o las fiestas
tradicionales.
Corresponde al gobierno garantizar
la convivencia pacífica de la ciudadanía, es su obligación poner los medios,
todos los medios posibles para que la igualdad se cumpla realmente,
diariamente. Son muchos años de lamentos y de ninguna solución.
CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO: TOLERANCIA CERO

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