Empieza a ser una
costumbre bastante perjudicial para la sociedad conquense que cada mes de
septiembre escuelas, institutos, universidades y residencias estudiantiles se
vean más recortadas que el curso anterior.
Para el área de Educación de IU ahora que ya ha empezado el
curso en todos los niveles, se constata, otra vez, la precaria situación de la
educación pública en Cuenca, que no es una excepción respecto al estado de la
educación pública en esta región y en este país.
Tanto en infantil, primaria como secundaria falta
profesorado y ha aumentado el número entre el alumnado. Bajas de profesionales
que empezaron el curso pasado como las de maternidad o jubilación están sin
cubrir. La ratio es tan elevada que en ciencias siguen sin poder hacer
prácticas de laboratorio y en idiomas no pueden realizar la conversación. Hay
rutas de transporte sin cubrir, y lo peor de todo, becas de comedor que han
desaparecido.
A nivel universitario muchos jóvenes no pueden matricularse
de todas las asignaturas del curso por la brutal subida de tasas y bajada de
becas, además algunos deben invertir una cuantía importante en residencia
privada porque la oferta pública es menor.
El personal que atendía las residencias universitarias ha
sido recolocado, después del fallido intento de privatización del servicio
público, en centros para los que no hay
plaza con su perfil profesional, de manera que personal de cocina ocupa ahora
plaza de mantenimiento.
Los libros son escasos y están en malas condiciones. Los
pocos recursos materiales nuevos no se pueden aprovechar por falta de recursos
humanos con formación adecuada, como los
ordenadores en primaria y primer ciclo de secundaria o las pizarras digitales
que adornan algunas clases sin más uso
que coger polvo.
Algunos equipos directivos, decididos a cumplir con los
mandatos de Cospedal, tiran tabiques y hacen macroaulas para que la ratio no
obstaculice la tarea supuestamente educativa. Pronto darán megáfonos al
profesorado y cubrirán paredes enteras con pizarras con escaleras para mostrar
que se puede a pesar de todo. Los
presupuestos son cada vez más flacos y más lentos en llegar, de hecho el curso
pasado está sin cubrir y ya han empezado los gastos del actual. Aumentan para
la concertada y disminuyen para la pública.
La atención a la diversidad brilla por su ausencia
resultando un cruel experimento de darwinismo social con los más débiles.
Mientras se hace un horario a la carta para los “profesores” de religión. Cualquier
parecido entre educación pública de calidad y la realidad diaria en las aulas
es pura ficción, maquillada por los defensores de Cospedal, sin argumentos
pedagógicos, sin justificaciones racionales, sin sentido.
Izquierda Unida responsabiliza a la
administración de usar perversamente nuestros impuestos para enriquecimiento de
unos pocos y para saldar deudas de unos pocos, mientras se desatiende la
educación pública, derecho fundamental que garantiza la igualdad de
oportunidades a las personas, que preserva la dignidad y el conocimiento de
todos y que cubre necesidades básicas.
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